Ricardo Gareca vivió su propio partido Perú vs Francia. Durante todo el enfrentamiento, los ojos del ‘tigre’ se posaron en cada uno de sus once pupilos, quienes pese a acechar a la presa francesa, esta resultó ser esquiva.
Tras la derrota, el director se queda con el apoyo de una marea 'blanquirroja' que decidió esta vez sentar su localía en Ekaterimburgo. La historia de nuestro equipo nacional en Rusia no transitó el camino planeado, pero sigue ahí, firme con los suyos.