Este año, el Jueves Santo en la ciudad de Sevilla, España, fue distinto. Las temperaturas cayeron hasta los 13 grados, el mal clima provocó la suspensión de varias procesiones.
Pese al clima, algunas personas desafiaron el intenso frío, incluso manejaron entre agua y granizo. Varias calles y el estadio del Club Deportivo Sevilla, quedaron cubiertos de blanco por la intensa granizada.
El aguacero sorprendido a más de uno. Según las autoridades se acumuló alrededor de 23 litros de agua por metro cuadrado y se registraron alrededor de 300 incidentes.
Los residentes esperan que el mal clima dé tregua para poder continuar con las multitudinarias actividades por Semana Santa, que reúne a miles de personas, sobre todo turistas.
