La historia ocurrió en una vivienda en una ciudad al sur de Bogotá, en Colombia. Desde esa vivienda llegó una llamada a la línea de emergencias, el caso: una mujer dando a luz a su bebé. El llamado fue atendido por unos agentes de la Policía de Usme.
Cuando los agentes llegaron a la vivienda y el bebé ya había nacido, pero estaba sin signos vitales. Entonces, uno de los policías llamó a la línea de emergencias y recibió instrucciones para reanimarlo.
El uniformado le dio respiración boca a boca hasta que el recién nacido reaccionó y logró mantenerlo estable hasta que llegó una ambulancia que lo trasladó a un hospital.
La bebé quedó bajo observación médica en una incubadora de la unidad de Pediatría del hospital.