Un sismo de 6.8 grados dejó un muerto y decenas de heridos en Filipinas. El epicentro del movimiento telúrico se situó a 90 kilómetros de la ciudad de Davao, al sur del país.
La policía ha puesto en marcha un operativo de rescate en un edificio que fue derribado por el fuerte movimiento. Los pacientes de los hospitales fueron evacuados como medida de precaución.
La alcaldía de la ciudad ha anunciado que mañana los colegios no abrirán sus puertas para inspeccionar los daños. Aún se continúan sintiendo réplicas de menor intensidad.
