Su nombre es Coco y desde hace un mes vive en la calle luego que su familia lo abandonara por tener autismo. Tiene 35 años aproximadamente, pero su temperamento es la de un niño asustado que busca a su madre.
Los vecinos de Zárate, en San Juan de Lurigancho, lo encontraron deambulando sin nada qué comer ni beber. Al verlo tan indefenso, ellos se le acercaron y le alcanzaron ropa y alimentos.
Preocupados por las crisis de Coco, las personas del lugar se contactaron con la asociación Soy Autista, donde afortunadamente le encontraron un hogar. Fue rescatado y ahora está rodeado de personas que lo protegerán.