Tumbes. Un grupo de personas quedaron sorprendidos al ver como un efectivo policial de la comisaría de San José, conversaba y acariciaba a una venezolana, a cambio de no intervenir a sus compatriotas que armaron una fiesta en plena vía pública.
Tras el aviso de los vecinos, un patrullero llegó al lugar y la única mujer del grupo se acercó al chofer, quien lejos de llamarle la atención la agarró de la mano, luego del brazo y bajó hasta su cintura, pero además trató en varias oportunidades de robarle un beso. La conversación tardó más de 15 minutos, luego de esto el patrullero se retiró, sin intervenir a los extranjeros.
El jefe de la Policía, el coronel Max Pérez Rodríguez, indicó que el caso ya fue informado a la Inspectoría de la Policía.