Durante una conferencia de prensa, mientras los médicos de hospital Casimiro Ulloa trataban de salvarle la vida al expresidente Alan García, el ministro del Interior, Carlos Morán, aseguraba que la diligencia a la casa del exmandatario respondía a un aviso del fiscal José Domingo Pérez sobre una orden de allanamiento, descerraje y detención preliminar.
Asimismo, dejó en claro que el equipo que acudió a dicha vivienda cumplió con los requisitos establecidos. “Previa identificación ingresaron al inmueble y el equipo interviniente comunicó al señor Alan García que se encontraba en la escalera del segundo piso sobre la ejecución de la medida judicial.
Ante este momento el expresidente solicitaría unos minutos para llamar a su abogado sobre la diligencia e ingresaría a su habitación, pero a los pocos minutos escucharían un disparo. Rápidamente los presentes acudirían al dormitorio, forzarían la puerta y encontrarían a García sentado con una herida de bala en la cabeza.
Posteriormente sería trasladado al hospital Casimirio Ulloa donde fue intervenido quirúrgicamente, pero tres paros cardiorespiratorios y una hemorragia complicarían el estado de salud del exmandatario, quien terminaría falleciendo.