Ayer, Moisés Mamani, el congresista nunca antes visto, sacrificó su corta trayectoria política para exponer una red de favores que encabezaría Kenji Fujimori a cambio de votos u obras. Pero ¿quién es este personaje que en 24 horas se bajó a todo un Gobierno?
Este hombre es natal de Puno, tiene 48 años y, a pesar de ser nuevo en la política no lo es el ámbito público. Y es que desde los años 90, cuando era muy joven, contrata con el Estado por sumas millonarias.
Cabe señalar que Mamani postuló al Congreso de la República como el número uno para Puno por Fuerza Popular. Los rumores dicen que financió gran parte de la campaña del sur del país, esfuerzo que le habría permitido postular por encima de una militante activa del partido 'naranja'.
Por último, mintió en su hoja de vida. Aseguró haber terminado sus estudios de secundaria, pero la Fiscalía lo desmintió. Según la última actualización del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) solo registra estudios primarios.
La pregunta es: ¿es este personaje la nueva imagen de la moralidad de nuestro país? o ¿es uno más con las manos sucias reclamando algo que ni él mismo respeta?