Aunque tiene comida, ropa y juguete nuevo, un perrito que pasó de ser bautizado como Firu-Cov a Firulais llevaba 3 días esperando a su dueño internado por COVID-19 en los exteriores del Hospital Guillermo Almenara. Los propios trabajadores del nosocomio contaron que llegó persiguiendo a una ambulancia en la que iba su dueño.
En muy poco tiempo, este can se ganó un espacio en el corazón de los trabajadores de todas las áreas del Almenara, que cada vez que podían salían a verlo, fotografiarlo o simplemente acariciarlo.
Ante la situación, los propios trabajadores preocupados por la mascota, que intenta encontrar a su dueño, se han unido a la búsqueda llevando consigo una fotografía para que alguien lo identifique, pero su historia dio un giro inesperado.
El can fue llevado a una veterinaria donde está recibiendo atención especialidad donde un agente de la policía se contactó con los encargados del lugar confirmándoles que el can pertenecería a una dependencia policial y en el transcurso de las horas pasarían a recogerlo.
