La violencia se desató cuando desconocidos atacaron una agencia municipal y una caseta de Serenazgo en Jicamarca, Chosica, haciendo resurgir el conflicto limítrofe entre Lurigancho-Chosica y San Antonio de Chaclla, en Huarochirí.
Los agresores intentaron tomar y atrincherarse en estos lugares, sin embargo la población no lo permitió y se inició un fuerte enfrentamiento. Según uno de los serenos, son delincuentes contratados por la alcaldesa de San Antonio.
La policía llegó al lugar y actuó con energía tratando de evitar una tragedia, hasta el momento se han reportado cerca de diez heridos por golpes, cortes con arma blanca y síntomas de asfixia, debido a las bombas lacrimógenas.
Según el alcalde de Chosica, Luis Bueno, los pobladores de San Antonio se agruparon en los ingresos a Jicamarca a las 4 am para que no se logre inaugurar el anexo 8 de esta zona, y así impedir que ellos "continúen traficando tierras".
"La alcaldesa dice que esta zona pertenece a su jurisdicción, pero eso es falso" afirma el burgomaestre, quien afirmó que las autoridades de Huarochirí alientan a los pobladores para que tomen terrenos privados de Chosica.