En solo 10 días, las calles de la capital sintieron la furia de las balas y la presencia de la muerte. La inseguridad en las calles ha dejado a cinco jóvenes estudiantes baleados porque intentaron resistirse al robo de sus pertenencias.
El más reciente asalto violento ocurrió en San Borja, donde un estudiante falleció tras ser baleado por tratar de defender a su enamorada de un robo. Cinco días antes, en el Cercado de Lima, una joven universitaria recibió un impacto de bala en el rostro tras resistirse al robo de su celular.
En Villa el Salvador, una escolar de 15 años fue baleada en el abdomen por otra adolescente que quiso robarle el celular. Desde entonces, la víctima permanece en el Hospital Rebagliati.
Y en San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres, dos jóvenes universitarias sobrevivieron de morir apuñaladas por resistirse al robo de sus pertenencias.
