Lima se ha convertido en los últimos años en una de las ciudades, probablemente, con el más alto nivel de estrés que tienen que enfrentar sus habitantes, un estrés que tiene que ver de manera muy especial con el pesado tránsito de la capital.
Esto ocasiona brotes de irritabilidad y otro tipo de expresiones en los usuarios de transporte público. Un claro ejemplo es lo que ocurre día a día en el Metropolitano.
El primer sistema de transportes de Lima no sólo sirve para movilizar gran cantidad de pasajeros, sino que algunos malos usuarios usan sus instalaciones como ‘rings de box’.
A continuación, en Panorama, sorprendentes imágenes de estallidos de violencia que preocupan y que día a día crecen en cada estación o paradero.
