Hay congresistas que han ingresado al parlamento con la percepción equivocada de que el Congreso debe estar a su servicio y no al revés. Es el caso de la congresista fujimorista por Arequipa, Alejandra Aramayo.
Ella tiene ya en su haber una denuncia por entrega de dadivas en la última campaña y, pese a ello no escarmienta. Y es que en los últimos dos meses, la parlamentaria ha hecho una serie de solicitudes que van desde regalos para llevar a su tierra, hasta pedido de remodelación de su oficina.
Pero eso no es todo. Alejandra Aramayo no cumple ni tres meses en el Congreso y ya ha pedido pasajes al extranjero, arreglo de un friobar y hasta 500 constituciones. Si en campaña entregó dádivas, en septiembre último lo volvió hacer, pero esta vez con dinero del Congreso de la República.
A continuación, en Panorama, los caprichos de esta congresistas que no acepta cuestionamientos.