El furioso animal escapó de una granja cercana causando el alboroto en una localidad del estado de Paraná en Brasil. La cabra llegó hasta las inmediaciones de una penitenciaria local atacando a los transeúntes e incluso a los policías. Finalmente fue controlada, tras causar confusión en la población durante veinte minutos. Algunos transeúntes fueron llevados al hospital tras recibir los embistes del furioso animal.