En los últimos días, a través de redes sociales, se publicaron imágenes y un audio que intentaron negar que los soldados fallecidos ahogados en Ilave (Puno) habían sido previamente agredidos y hostigados por vándalos.
Ante esta campaña, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas se vio en la obligación de emitir un comunicado ratificando su posición, de que los miembros del Ejército fueron acosados por la población y conducidos hasta el río.
Paralelamente, 16 excomandantes generales de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) firmaron un documento conjunto denunciando que el Gobierno de Dina Boluarte está enviando soldados peruanos a zonas convulsas del país, sin que estos puedan hacer uso de sus armas para defenderse cuando su vida corre peligro.
Además, mencionan que el Ejecutivo debe reorientar su estrategia para enfrentar a los manifestantes, sobre todo aplicando operativos de inteligencia para identificar a los azuzadores y agitadores de las protestas.
Como se recuerda, el pasado 5 de marzo, 6 soldados fallecieron en el río Ilave cuando intentaban cruzarlo, previamente, las víctimas fueron apedreadas por las comunidades locales durante su recorrido hacia la ciudad de Juli.