La Chola Cachucha vuelve a aparecer, esta vez para poner en orden a todos esos colectiveros informales, cobradores y choferes de combis irresponsables y claro, uno que otro transeúnte imprudente, que están repartidos por todas las calles de Lima y parecen no respetar a ninguna autoridad.
Para todos ellos, la chola presentó su arma secreta: ¡látigo! Huachipa fue la zona a la que puso de cabeza esta recia mujer que a todo aquel que atrapó incumpliendo las normas de tránsito y castigó sin pudor consiguiendo el aplauso de la ciudadanía.
Incluso en esta hazaña se topó con una patrulla policial, los agentes respaldaron su iniciativa y la dejaron seguir con lo suyo, repartiendo latigazos a diestra y siniestra, porque, no es ningún secreto, que la informalidad está por doquier.