El Gobierno de Donald Trump aprobó la venta de 66 poderosos aviones de combate F-16 a Taiwán, un programa al cual se opone China y que ahora será revisado por el Congreso estadounidense.
El Pentágono indicó que la venta, por 8.000 millones de dólares y que incluye la instrucción de pilotos y el mantenimiento de los aviones, será revisada ahora por los comités de Relaciones Exteriores del Senado.
El trámite continúa mientras Taiwán busca fortalecer su capacidad de defensa ante la creciente expansión militar de China, al tiempo que continúa acentuándose la disputa comercial entre Estados Unidos y China.
La nueva versión de los F-16, llamada Viper, puede portar una amplia gama de misiles aire-tierra de corto y medio alcance, y se le considera más capaz de contrarrestar la amenaza de los aviones de cuarta generación de China, como el Su-35 y el J-10.