Un informe de la Organización Internacional del Café (OIC) pronostica una caída del 0,9 % en la producción a nivel mundial para el periodo 2019-2020, cifra que representa 70% de la producción en Brasil.
Estas estadísticas se deberían en parte al ciclo de cultivo de la variedad arábiga, las cuales siguen naturalmente un ciclo bienal, alternando un año de gran floración, que permite una mejor productividad, y un año de floración menos intensa como es el caso de 2019.
El informe de la OIC también prevé que la producción del café robusta aumente ligeramente en un 1,5%, aunque de igual forma no compensa la de arábiga, que debe caer en un 2,7%.
Además describe el consumo mundial con un ligero aumento de 1,5% a 167,9 millones de sacos. A pesar de la contracción de la producción y el aumento de la demanda, los precios del café, cotizado en Londres para el robusta y en Nueva York para el arábiga, son históricamente bajos.