La chanclas son uno de los calzados más antiguos del mundo y los más populares debido a su fácil elaboración y su precio accesible al alcance de todos los bolsillos. No obstante, su gran producción ha traído consecuencias medioambientales, como en el caso de Kenia, debido a la gran cantidad de pares que se dejan botadas en las playas.
No obstante, dicho país parece haber encontrado la solución a su problemática, gracias a la iniciativa de la compañía Ocean Sole, donde artesanos aprovechan este material para realizar increíbles esculturas de diversos animales y en diferentes tamaños.
Los recolectores suelen juntar alrededor de una tonelada de chanclas por semana, el equivalente a más de 3 mil chanclas, las cuales se lavan a mano cuidadosamente con agua y detergente antes de que los escultores hagan lo suyo.
"Vivimos en un clima muy cálido, así que las chanclas tardan probablemente de dos a tres horas para secarse, y luego, los artistas las toman y las utilizan para hacer las esculturas", indicó Joe Mwakiremba, jefe de ventas de Ocean Sole.
Más de 10 millones de chanclas
Según la compañía, hasta la fecha, ya se han quitado más de 10 millones de sandalias que estaban tiradas en playas, calles y vertederos.
