El empresario Alejandro Sánchez Sánchez, dueño de la casa de Sarratera y amigo de Pedro Castillo, fue capturado esta semana por la Patrulla Fronteriza al intentar cruzar de manera irregular la frontera entre México y Estados Unidos.
Tras su detención, el prófugo de la justicia peruana fue trasladado al Centro de Detención del Río, en Texas, mientras el Ministerio de Relaciones Exteriores inició los trámites para su expulsión que, según los expertos, tardaría por lo menos un mes.
Alejandro Sánchez es investigado por el delito de tráfico de influencias por sus vínculos con el expresidente Pedro Castillo, a quien financió su campaña electoral y cedió un piso de su inmueble del pasaje Sarratea, en Breña, para sus reuniones.
PRÓFUGO DE LA JUSTICIA
Como se recuerda, el empresario cuenta con una orden de 30 meses de prisión preventiva y se encontraba prófugo desde 2022. Incluso, su nombre fue incluido en el Programa de Recompensas y se ofrecía S/ 30,000 por información sobre su paradero.
