Según el titular de Justicia, algunos aspectos de la anterior Carta Magna representan un obstáculo para la gran transformación del Perú, que proyecta realizar el nuevo gobierno, pues su techo ideológico es el de un Estado subordinado al interés privado.
Francisco Eguiguren señaló sin embargo, que el gobierno no tiene la obsesión de cambiar la Constitución de 1993 mañana, aunque personalmente piensa que se debe hacer modificaciones por razones políticas y morales.
“¿En qué puede ser un obstáculo? Toda Constitución tiene también un techo ideológico y el de la Carta de 1993 piensa en un Estado de segunda clase, subsidiario, pero no solo en lo económico”, explicó en entrevista con la agencia Andina.
Señaló además en esa línea que el Estado no tiene por qué verse, desde una visión ideológica anacrónica, “subordinado al interés individual, porque este, en la actividad económica, está guiado por un afán de lucro y ganancia individual.”